GUARDIANES DE VIDAS

¿Se puede ser a la vez escolta, leal amigo, vigilante 24 horas en alerta, discreto, valiente, cariñoso y ayudar a rehacer una vida? Pues sí, es posible, pero hay que tener pelo, cuatro patas y estar entrenado por ESCAN. Te contamos cómo cambia la vida de las mujeres víctimas de violencia de género con la ayuda de esta asociación y de sus perros.

Por ELENA DELGADO CASTRO

Murcia ha modificado las leyes para que los perros de acompañamiento de mujeres víctimas de violencia de género tengan una consideración especial. Detrás de la apuesta valiente del gobierno murciano está el impulso firme y decidido de ESCAN, una asociación que ha entendido el valor del trabajo de los perros de apoyo emocional para la recuperación integral, psicológica, anímica e, incluso, la inserción laboral de las víctimas de maltrato.

¿CÓMO TRABAJA LA ASOCIACIÓN ESCAN?

El gran logro de este proyecto es que los profesionales de ESCAN combaten el miedo de las víctimas con dosis de seguridad, autoestima, motivación, libertad y apoyo moral. Enrique Cruz, responsable de la asociación, explica la fórmula de éxito de su proyecto: sumar a las terapias psicológicas el acompañamiento dirigido del animal, entrenado para la tarea: “De una manera natural, las mujeres salen de su situación de deterioro psicológico y van dejando atrás su sentimiento de culpabilidad y escasa autoestima con el apoyo del animal, que da su cariño de forma desinteresada, muestra la necesidad de que le cuiden y, asimismo, genera unas obligaciones que empujan a sus dueñas a no vivir escondidas, salen y se relacionan con otras personas”.

A todo ello se suma la tranquilidad de sentirse más seguras con un perro que va a protegerlas, aunque Enrique Cruz advierte: “No entrenamos perros policía o perros de ataque. Son, como cualquier otra mascota de sus características, perros que defienden si alguien ataca, pero nunca van a ir más allá. El proyecto no se basa en eso”.

LOS PASOS HASTA QUE EL PERRO LLEGA A CASA

ESCAN tiene un convenio con la Consejería de Familia del Gobierno de la Región de Murcia para valorar a mujeres víctimas de violencia machista que pueden acogerse al programa. “Se tiene muy en cuenta tanto el aspecto policial como el anímico y psicológico, y el sentimiento de miedo de la víctima”, explica Enrique Cruz. Tras superar los criterios establecidos, que incluyen una valoración psicológica, así como la situación personal y doméstica, comienzan a trabajar con la selección del perro. Una vez escogido el idóneo para la víctima, ESCAN empieza su entrenamiento y el desarrollo del vínculo con la usuaria. “La clave es no tener un perro ya adiestrado previamente, sino enseñar a la usuaria a que lo entrene ella misma, no sólo por una cuestión práctica, sino para contribuir a mejorar la propia autoestima de la mujer”.

Y un día llega el momento más esperado: por fin el perro se marcha a vivir a casa de la mujer, lo que permitirá, poco a poco, normalizar su vida en compañía del can, con un trabajo que, según Enrique Cruz, “es ya para toda su vida”. La vinculación con el centro de ESCAN no acaba en este punto, y las víctimas de violencia de género suelen acudir a la asociación varias veces por semana para continuar las terapias. 

Enrique se siente orgulloso de la forma en que el proyecto ESCAN está salvando vidas y familias: “Los perros no sólo son un enorme apoyo para las mujeres, sino también para sus hijos”, tan vulnerables en casos de maltrato en el hogar.

EN ALGUNOS CASOS, LOS PERROS ACOMPAÑAN A LAS MUJERES A SU TRABAJO

Hasta ahora ESCAN ha trabajado con 30 victimas de violencia de género, y todas ellas rehacen sus vidas con el trabajo y el apoyo incondicional de sus perros. En dos casos y gracias a la colaboración de la Fundación Adecco, ESCAN ha trabajado también en la integración laboral de estas mujeres, a las que sus empresas les permiten acudir a sus puestos de trabajo en compañía de los canes. Otra de las facetas de la asociación son las charlas en centros educativos, a donde acuden tanto profesionales de ESCAN como voluntarios, y también mujeres que han sido víctimas de violencia machista acompañadas de sus perros.

LA IMPORTANCIA DE QUE SE RECONOZCA LEGALMENTE A LOS PERROS DE APOYO EMOCIONAL

ESCAN es una asociación sin ánimo de lucro que se financia con proyectos sociales de los departamentos de Responsabilidad Social Corporativa de grandes empresas como el programa Dejemos Huella de Bayer (ahora Elanco Animal Health), o el de la Obra Social de La Caixa, así como del gobierno murciano. También están tratando de implantar el proyecto en otras zonas de España. Enrique no oculta que abrir puertas es complicado y, mucho más aún, cambiar mentalidades. “Es necesario que las administraciones nos apoyen y cambien las leyes para que se reconozca a los perros de acompañamiento de mujeres víctimas de violencia de género. Será la manera de facilitar su movilidad y acceso a cualquier parte en compañía de sus canes, y así llegar a tener una vida normalizada”.