PUEBLOS DE COLORES DE SEGOVIA

Un arcoíris rural para visitar con perro

Dejamos atrás el estado de alarma por la pandemia de la Covid-19 y nos ponemos de nuevo en ruta. Hemos decidido darle color a nuestro viaje. Y lo digo literalmente: nos hemos marchado hasta los pueblos de colores de Segovia, un arcoiris rural no demasiado conocido pero con algunos detalles ciertamente interesantes. Venga, que os lo cuento.

Finalizado el confinamiento y el estado de alarma en España por la Covid-19, ¡Mi humano y yo volvemos a viajar! Y lo hemos hecho con cautela, tomando todas las precauciones y medidas establecidas, pero con energía y muchas ganas de dejar atrás estos meses tan duros. Junio de 2020 nos abre las puertas a una apasionante etapa en nuestro camino, con la esperanza de encontrar nuevos destinos dogfriendly.

En esta primera escapada nos hemos ido hasta el entorno de Riaza -en la falda de la sierra de Ayllón- a conocer algunos de los pueblos de colores de Segovia, que son: Alquité, Becerril, Madriguera, Negredo, El Muyo, Martín Muñoz de Ayllón, Serracín y Villacorta.

Los materiales autóctonos empleados en su construcción les confieren unos colores muy característicos: amarillos, negros y rojos. Esta vez hemos visitado los rojos, dejando la negrura de la arquitectura de pizarra para nuestra próxima excursión por la Sierra Norte de Guadalajara.  

MADRIGUERA

A esta localidad segoviana no le pueden poner la cara colorada, porque es una de las más rojas que he visto en mi vida. Si sí, ya sé que soy un perro, y que los perros no percibimos muy nítidamente los colores, pero los que me conocéis sabéis que no soy un perro cualquiera. La arcilla y la piedra roja de estos lares, con las que se ha edificado su cuidada arquitectura, convierten a Madriguera en un encantador pueblo bermellón. Casi todo él está rehabilitado, por lo que el único secreto para los viajeros que se acercan hasta aquí es perderse por sus callejuelas y observar las casas de piedra, a penas habitadas por una treintena de 30 vecinos. Hasta la iglesia de San Pedro deja lucir la característica tonalidad roja en su espadaña y su cementerio anexo. Por cierto, curiosa la losa de la entrada, presidida por una calavera y la frase “Templo soy de desengaño y escuela de la verdad. Donde todo a voz en grito ymplora piedad, piedad”.

VILLACORTA

A escasos cuatro kilómetros de Madriguera está Villacorta, otro pueblo rojizo segoviano, muy curioso, aunque menos rehabilitado que aquel. Lo mejor es dejarse llevar por sus calles y sentarse en la terraza de bar que hay junto a la iglesia a tomar un refresco. Como en Madriguera, esta pedanía riazana no alcanza los treinta vecinos censados.

Aunque en esta ocasión no pudimos conocerlos, os invitamos a visitar los otros pueblos cromáticos del entorno: los negros (El Muyo, Serracín, Becerril y El Negredo) y amarillos ( Alquité y Martín Muñoz de Ayllón).

Pero, sin duda, el gran hallazgo de Villacorta es el Molino de la Ferrería, nuestro alojamiento estrella de este viaje por los pueblos de colores de Segovia. Como su nombre indica, se trata de un antiguo molino, estupendamente rehabilitado y decorado, a orillas del río Vadillo. En su interior me encuentro una refrescante e inmensa pradera y hasta un bosque de frondosos árboles que no sólo hace las delicias de un perro, sino de cualquier visitante de dos patas.

Me cuentan que El Molino de la Ferrería fue uno de los primeros alojamientos rurales que hubo en España. Esta magnífica posada, donde antiguamente se molía el trigo, tiene un patio con cinco habitaciones en las que puedes alojarte con tu perro. Tanto éstas como el resto de las habitaciones del molino tienen una esmerada decoración rústica y disponen de baño privado, televisión y wifi. Si hace buen tiempo no dejes de desayunar en el jardín, con una estupenda banda sonora natural dominada por el trino de los pájaros y el croar de las ranas. Encantador e inolvidable momento de desconexión que no tiene precio.

Los perros somos bienvenidos al Molino de la Ferrería y pagamos un suplemento de 12 euros por noche, aunque, si somos buenos y respetuosos con el entorno, será un pago único para toda la estancia.

La ruta de los pueblos serranos de color sale de Riaza y en 5 minutos se llega al primero, Alquité. De hecho, estas pequeñas poblaciones pertenecen al ayuntamiento de Riaza, que ya visitamos en diciembre de 2019. Los detalles de aquella visita os los contamos aquí .

En esta ocasión hemos descubierto uno de los mejores restaurantes pet friendly de España: Caballos La Vereda. Este centro ecuestre ofrece una gastronomía magnífica ¡para relamerse las patas! No os perdáis la carne asada, las flores de alcachofa o las tartas y postres caseros. Los perros (no importa el tamaño, sólo que seamos educados) podemos acompañar a nuestros humanos en cualquiera de los salones.

Además, Caballos La Vereda organiza paseos a caballo por las inmediaciones de la Sierra de Ayllón y los perros que lo deseen sale con ellos de excursión, lo cual es otro buen plan para completar el viaje. Hasta aquí mi aventura por este arcoíris rural, como la pequeña Dorothy en El Mago de Oz. ¡Hasta la siguiente parada!

Para terminar la escapada a la zona, nos fuimos a pasear por las cárcavas que hay en el entorno de Pajares del Fresno (10 minutos en coche al norte de Riaza). La erosión del agua ha creado estas caprichosas formas de tierra roja que lucen espectaculares con la luz del amanecer y el atardecer. Os podéis hacer una idea con la foto que me hicieron para este reportaje.

DORMIR CON PERRO EN RIAZA

HOTEL MOLINO DE LA FERRERÍA. CAMINO DEL MOLINO, S/N VILLACORTA – RIAZA. TLF: 639 21 67 57 

COMER CON PERRO EN RIAZA

RESTAURANTE CABALLOS LA VEREDA. CTRA. N-110, KM. 113,5, 40500 RIAZA. TLF: 659 82 28 61

Más direcciones de sitios para ir con perro en Riaza en este enlace

Riaza con perro

Segovia con perro