EL LAGO DE LUCERNA
Pipper navegando por el lago de Lucerna.
El lago de Lucerna con perro
Lucerna deslumbra a orillas del lago de los Cuatro Cantones. Sus edificios medievales y su famoso puente de la Capilla brillan enmarcados por el monte Pilatus y los Alpes. Esta bonita ciudad es la base perfecta para descubrir el glaciar del monte Titlis; ascender a Rigi, la Reina de las Montañas, y navegar por uno de los lagos más impresionantes del mundo.
Estuvimos en Lucerna en abril de 2025. Llegamos en tren, ya que Suiza goza de una red ferroviaria envidiable. El abono Swiss Travel Pass te permite coger prácticamente todos los trenes, barcos, teleféricos, autobuses… durante la estancia. Hay pases de diversa duración que abarcan zonas concretas o todo el país. Podemos viajar perros de todos los tamaños (con nuestro propio billete o abono). Hay pases diarios, de varios días… nosotros optamos por el mensual que cuesta 60 francos (64 euros en abril de 2025). Los trenes son modernos y súper puntuales. Cogimos el nuestro en Zúrich y en una hora estábamos en el destino. Los perretes vamos tranquilamente a los pies de nuestro humano. En esta web tenéis toda la información sobre las tarifas del Swiss Travel System.
La estación del tren de Lucerna está en pleno centro, junto al Centro de Cultura y Congresos de Jean Nouvel, y a orillas del lago. Al salir de la estación verás el legendario puente de la Capilla (Kapellbrücke). Este puente de madera es considerado como el puente cubierto más antiguo de Europa. Se construyó en 1332 y formó parte de las fortificaciones de la ciudad. Las pinturas bajo la cubierta muestran escenas de la historia del país y de los santos patrones de la ciudad, San Leodegar y San Mauricio.
El puente está pegado a la torre de agua de Lucerna, una torre de más de 34 metros de altura construida hacia el año 1300 y que fue archivo, tesorería, cárcel y cámara de tortura. En 1993 se quemó y un año después estaba totalmente reconstruido. Impresionante. La foto frente a este conjunto es obligada: ¡nosotros fue lo primero que hicimos!
Más de la mitad de los alojamientos de Lucerna aceptan mascotas, así que no encontrarás problemas para alojarte. Nosotros escogimos un hotel histórico a tres minutos andando del puente: el Wilden Mann. En pleno casco antiguo de Lucerna, tiene un aire romántico que habla de sus más de ¡quinientos años de historia! Admite perros de todos los tamaños, se paga un suplemento de 15 francos suizos (poco más de 15 euros) y los perros podemos quedarnos solos en la habitación mientras nuestros humanos visitan algún museo. Además, el salón del desayuno y el restaurante son pet friendly. Si lo necesitas, el hotel te pondrá una cama para que duerma tu mejor amigo de cuatro patas, así como comedero y bebedero.
Si te alojas en la ciudad de Lucerna, recibirás la Visitor Card Lucerne. Esta tarjeta ofrece el uso gratuito de autobuses y trenes en la zona 10 de la red urbana, así como diversos descuentos en teleféricos, teleféricos de montaña, museos y excursiones en la región de Lucerna-Lago de Lucerna. También puedes aprovechar los puntos de acceso wifi gratuito de luzern.com repartidos por toda la ciudad. La tarjeta cubre todo el periodo de alojamiento en la ciudad, desde el día del registro de entrada al de salida.
Si vas a alojarte durante más tiempo en la región del lago de Lucerna, te puede interesar más comprar un Tell Pass, que permite viajes ilimitados en todos los trenes, autobuses y barcos, así como en todos los teleféricos y teleféricos de montaña dentro de la región del lago de Lucerna (por ejemplo, Titlis, Rigi o Pilatus).
Te recordamos que, en general, los perros pequeños, de hasta 30 cm, pueden viajar gratis, siempre que lo hagan dentro de una bolsa o cesta. Los perros más grandes (y todos los que no vayan dentro de un bolso) deben pagar un billete con un 50 por ciento de descuento (salvo que tengas un abono de transporte para perro, como el Swiss Travel Pass).
LUCERNA
Lucerna es una joya de ciudad a las puertas de Suiza central. Sus torres, casas medievales, sus puentes de madera cubiertos y su animado casco histórico repleto de tiendas y cafés la convierten en un lugar con gran encanto. Podrás entrar con tu perro a muchos establecimientos hosteleros. Por ejemplo, nosotros cenamos en los restaurantes Mill’Feuille, Bacio della Mamma y Burgerstube (en el mismo hotel Wilden Mann en el que dormimos).
Dicho esto, lo que más ansiábamos ver tras el puente de la Capilla era el León de Lucerna, una enorme estatua tallada en la roca en un pequeño parque en mitad de la ciudad. Así que tiré y tiré de la correa hasta que Pablo me llevó allí. Los perros no podemos entrar al parque, pero el monumento se ve perfectamente tras la valla de madera que lo delimita.
El escritor estadounidense Mark Twain elogió la escultura del león como "el trozo de piedra más triste, conmovedor y contundente del mundo”. Y es que el enorme león de seis metros yace sobre un escudo, herido de muerte, y con un rostro de dolor. Representa a los valientes guardias suizos que murieron en París en 1792 durante la Revolución Francesa. Es un símbolo de su lealtad, valentía y sacrificio al defender el Palacio de las Tullerías.
Turismo de Lucerna ha diseñado una app, que puedes descargarte gratis, con un audio tour. Es súper útil si quieres recorrer la ciudad a tu aire. En caso de que quieras hacerlo en grupo, los perros son admitidos únicamente en los tour privados.
Los perros debemos ir siempre con correa en las zonas urbanas, senderos… En Lucerna hay enormes parques donde podemos andar sueltos. Los mejores son las zonas caninas de Churchill Quai y Tribschen, ambas a orillas del lago, con lo que tu mejor amigo podrá darse un chapuzón. Por cierto, en la ciudad conocimos a Livia y su perra Kaya, que tienen una web con muchísimos planes para hacer con perro por todo el país. Se llama h-und.ch y os recomendamos visitarla si vais a viajar por Suiza.
Lucerna ofrece un sinfín de excursiones. Nosotros hicimos tres: el glaciar del Titlis, y, en barco, hasta la Rigi y la pradera de Rütli, donde nació Suiza.
LAGO DE LUCERNA
Navegar por el lago de Lucerna es una experiencia única: pueblos pintorescos y praderas salpican la costa, mientras los pináculos alpinos se alzan imponentes. El lago es la vía de entrada a un sinfín de excursiones que combinan el barco con teleféricos y trenes cremallera, que permiten ascender en minutos a las cumbres de la Suiza Central y tocar el cielo.
Desde la ciudad de Lucerna parte una flota que conecta con los puertos distribuidos por todo el lago. Y desde esos embarcaderos se toman los trenes, funiculares y teleféricos. Lake Lucerne, la Compañía de Navegación del Lago de Lucerna, cuenta con 19 buques, cinco de los cuales son ¡barcos de vapor con las comodidades de hoy en día! Son naves que, además, ofrecen un excelente servicio de restaurante con deliciosos platos típicos suizos y otros de la gastronomía internacional. Todas las comidas a bordo se preparan con ingredientes frescos y saludables de la región.
Nosotros embarcamos en el moderno MS Diamant, ¡una pasada su diseño aerodinámico, sus amplias cubiertas y salones interiores! También navegamos en uno de los antiguos barcos de vapor de principios del siglo XX completamente restaurados. Alucinamos viendo en directo cómo la máquina de vapor mueve el enorme mecanismo que propulsa el barco y repusimos fuerzas en su espectacular restaurante art déco con vistas al lago. ¡De película!
Los perros educados podemos estar en cualquier parte del barco con su familia. Yo no me mareé nada, la verdad. Y es que estamos en un lago, no en el mar. El billete está incluido en el abono Swiss Travel Pass. Si no tienes este pase, tu perro paga 12 francos suizos por un billete de un día o 10 por un billete sencillo (si mide hasta 30 cm y va en una bolsa, no paga). Los animales no podemos acceder a los cruceros gastronómicos temáticos.
Los barcos permiten hacer excursiones de día a montañas emblemáticas como Rigi (te damos más detalles a continuación), y Pilatus (2.132 metros), a la que se sube mediante el tren cremallera más empinado del mundo. Para subir a Stanserhorn (1.898 m) se llega en barco a Stans y ahí se toma el funicular clásico de 1893, que conecta con un moderno teleférico de techo abierto, único en el mundo. En la cima hay un restaurante giratorio.
También hay barcos panorámicos que realizan rutas cortas con salida y llegada a Lucerna. Los barcos de Lake Lucerne navegan durante todo el año, proporcionando conexiones de ferry esenciales para los habitantes del lago y brindando a los visitantes excursiones inolvidables.
LA MONTAÑA RIGI
En torno al lago de Lucerna hay gran variedad de funiculares y trenes cremallera. El más famoso es el que sube a la montaña Rigi, ya que fue el primer ferrocarril de montaña de Europa. Rigi tiene 1.798 metros sobre el nivel del mar, y, desde la cima, en días claros se ven campos verdes, al norte, y el lago de Lucerna y los Alpes, al sur. Un fenómeno habitual en esta montaña es tener un mar de nubes alrededor del que sobresale la cima y las cumbres alpinas. La montaña está salpicada de las típicas casas rurales suizas, queserías y vacas. Aquí, sin duda, te sentirás como en el cuento de Heidi.
Llegamos a Rigi en barco. Una hora tardamos en completar la ruta desde Lucerna al puerto de Vitznau (al pie de la montaña). Una hora que se nos pasó sin darnos cuenta, embelesados por el paisaje. A escasos metros del puerto parte el tren cremallera que asciende hasta la cima en tan solo 30 minutos (los perros viajamos sin cargos extra en el tren de Rigi, que, por cierto, está incluido en el Swiss Travel Pass). Os podéis imaginar las vistas según se va ganando altura… el lago, las montañas y detrás, los majestuosos Alpes nevados. Una imagen que no se nos olvidará jamás.
Paramos a medio camino para ver el hotel en el que dormiríamos esa noche: el hotel spa Rigi Kaltbad. La piscina del spa tiene una parte exterior con vistas a los Alpes. ¡Qué suerte que los humanos puedan disfrutar de las saunas y el circuito de spa después de las caminatas por la montaña! Los perros de todos los tamaños somos bienvenidos en este alojamiento. Podemos bajar con su familia al desayuno, comida, cena… y no hay suplemento canino. En la habitación me dejaron una mantita, comedero, bebedero y ¡una toalla para mí! ¡Esto no lo habíamos visto nunca!
De los jardines del hotel parte un camino que te lleva en cinco minutos al mirador Känzeli Weggis, con vistas impresionantes sobre el lago de Lucerna y los Alpes. Nos quedamos allí un buen rato escuchando el canto de los pájaros y los cencerros de las vacas. Imagínate qué atardecer…
Tras tomar el tren cremallera de nuevo (tiene parada junto al hotel), completamos el ascenso hasta la cima. La Rigi ofrece mil y una rutas senderistas. Nosotros descendimos un tramo (20 minutos pateando) para ir a la quesería Chäserenholzhütte y poder degustar nuestra primera fondue suiza con queso hecho in situ. Los perros no podemos entrar en las zonas de elaboración, que son visitables solo para humanos, así que el plan fue comer en la terraza al sol (hay terraza cerrada también). Dado que el Monte Rigi está dividido en dos cantones diferentes (Lucerna y Schwyz), se aplican normas y leyes diferentes. Lo mejor es evitar riesgos y no dejar que tu perro corra libremente.
RÜTLI, DONDE NACIÓ SUIZA
Al día siguiente descendimos en el tren cremallera hasta el puerto de Vitznau, donde cogimos otro barco para seguir navegando por el lago. Si Lucerna fue nuestro punto de origen, en el extremo occidental, ahora llegaríamos a Treib, en la parte oriental del lago.
¿Y por qué queríamos desembarcar allí? Pues porque muy cerca, en la pradera del Rütli, nació la historia de la actual Suiza, cuando los habitantes de tres cantones pactaron unirse en una confederación para defender sus tierras de los Habsburgo, soberanos de Austria. El plan era ver la famosa pradera a vista de pájaro, así que desde Treib cogimos un tren cremallera hasta Seelisberg. Y luego descendimos (hasta el mismo puerto de Treib) en un agradable paseo con paradas en los miradores que ofrecen vistas al prado del Rütli, en el que nació la confederación helvética en 1291.
Puedes visitar la web de Turismo de Lucerna y la web oficial de Turismo de Suiza para más planes pet friendly.
Suiza con perro